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Desaparecieron de nuestro
mundo sin dejar rastro alguno...
Elegidos como peones
del tablero de los dioses...
Atrapados en la frontera
entre la Tierra y el Infierno
En una aventura épica
que les venía grande
Junto a criaturas
olvidadas por el hombre
Atrévete a cruzar
las puertas del Limbo con

LOS ONCE DE GRAIPORT

Una aventura inesperada en el mundo al que fue relegada la magia

Versión e-book y tapa blanda

Los Once de Graiport es la historia de una pandilla de niños que vivían sus propias vidas, vulgarmente sencillas, triviales y familiares.

Pero una de sus correrías infantiles les llevará, sin quererlo, a un universo de fantasía en el que heredarán una antigua magia olvidada y con la que podrían cambiar el destino de los mundos.

Elegidos como paladines de los pueblos libres del Limbo, vivirán todo tipo de aventuras entre seres que creían solo en su imaginación. 

Realizarán increíbles hazañas sin dejar atrás la humanidad de su adolescencia y, sin saberlo, se convertirán en piezas clave del tablero de los dioses, en la lucha entre el bien y el mal.

Descarga el e-book de la primera parte, ¡gratis!

El Autor

Los Once de Graiport es la primera novela de Fernando Calderón, por lo que carece de un Currículum como escritor.

Nacido en 1973, Fernando es creativo publicitario desde hace más de 20 años. Desde pequeño mostró una gran afición por la música, la fantasía y el mundo «friki» de los juegos de rol, la ciencia ficción y los cómics. Los perros son una de sus grandes pasiones, por lo que no es de extrañar que, algunos de sus personajes más importantes, sean cánidos especiales.

Durante más de 5 años dedicó su tiempo de ocio a escribir esta novela de fantasía, fusión de experiencias autobiográficas que rememoran los veranos de su infancia, mezclando lo real con las aventuras imaginarias de sus juegos y lecturas.

UN EXTRACTO DEL PRÓLOGO

–Insisto en que mi trabajo está lleno de lagunas premeditadamente vacías de información que usted ha sabido vadear y rellenar con admirable éxito, con la misma intuición que acaba de demostrar –continuó el profesor, obviando la pregunta de la muchacha –. Y debo agregar que es la única que se ha atrevido a argumentar una posible relación entre los desaparecidos de 1985 y el aura mística inherente al templo de Yewhill. Por eso, la he elegido a usted, para que me acompañe en esta recta final. Siento la imperiosa necesidad de compartirlo con alguien que sea capaz de comprenderlo y pueda sucederme en las investigaciones.

–¿Ha sido eso? ¿Mi hipótesis sobre los “Diez niños de Graiport”? –preguntó la señorita Moore añadiendo cierta emoción, un poco forzada, a su voz –. Pero Jacob, habla como si fuera a abandonar ahora. Como si todo hubiera concluido ya.

–En parte sí y en parte no. Y por otro lado, no lo sé –susurró Jacob para contrarrestar la repentina efusividad de la joven –. Sí, ha sido un punto interesante en el que nuestras pesquisas han encontrado un nexo común. Una misteriosa conexión que no esperaba encontrar nunca. Sin embargo, su hipótesis ha dejado escapar un pequeño detalle que para mi es, digamos, crucial. Pero para el resto del mundo es algo completamente desconocido. Los niños de Graiport no eran diez.